miércoles, 28 de abril de 2010

ANÉCDOTA DE JULIO RAMÓN RIBEYRO

El curita profesor de colegio andino que encontré en al Feria de Huanta. No sé cómo terminamos almorzando y tomando cerveza juntos en una tienda campestre. “Julio Ramón Ribeyro”, decía mirándome arrobado, “quién lo iba a pensar”. Estas y otras frases del mismo género (“Me parece mentira, Julio Ramón Ribeyro”) puntuaron nuestro encuentro. Cuando nos despedíamos, al estrecharme la mano calurosamente, añadió: “Y decir que he almorzado con el autor de La ciudad y los perros. Quedé lelo. Todo había sido el producto de un equívoco. No lo desengañé, ¿para qué? Que me atribuyera además la célebre novela de Vargas Llosa me pareció lisonjero. Que más tarde descubriera su error y me tomara por un impostor poco me importa.

1 comentario: